VARIOS
CUENTOS SOBRE DIOS
VARIOS CUENTOS SOBRE DIOS
El
Canto De Dios
Se reunió en sabio Gurú con sus discípulos
como lo hacía todas las mañanas. Dios era el tema de aquel día y la discusión
estaba supremamente interesante, entonces, cansado ya de paráfrasis filosófica
un discípulo preguntó a quemaropa:
-Maestro sublime, dinos pues, porqué crees
tu que existe Dios?
El Gurú dirigió su mirada risueña al
horizonte y oyendo el bello canto del ruiseñor contestó:
-Dios es como esa ave que se esconde tras
el árbol: no podemos verla, pero sabemos que está allí porque oímos su
canto.
DIOS MORA TRAS TODAS LAS COSAS
Y SU CANTO LO ENTONAN TODAS LAS COSAS,
PERO ES MUY PRONUNCIADA LA SORDERA
DEL HOMBRE, QUE ESCUCHA MAS EL
ESTRUENDO DE LOS COCHES QUE
LOS LATIDOS DE SU CORAZON.
Sobre
Rezos Y Rezadores
La_abuela> "¿Ya rezas tus
oraciones cada noche?"
El_nieto> "¡Por supuesto!"
"Y por las mañanas?"
"No. Durante el día no tengo
miedo"
Autor: Anthony de Mello
"Soy
una falsa moneda"
Había un viejo sufi que se ganaba la vida
vendiendo toda clase de baratijas. Parecía como si aquel hombre no tuviera
entendimiento, porque la gente la pegaba muchas veces con monedas falsas que él
aceptaba sin ninguna protesta, y otras veces afirmaban haberle pagado, cuando en
realidad no lo habían hecho, y él aceptaba su palabra.
Cuando le llegó la hora de morir, alzó
sus ojos al cielo y dijo: "¡Oh, Alá! He aceptado de la gente muchas
moneda falsas, pero ni una vez he juzgado a ninguna de esas personas en mi corazón,
sino que daba por supuesto que no sabían lo que hacían. Yo también soy una
falsa moneda. No me juzgues, por favor."
Y se oyó una voz que decía: "¿Cómo
es posible juzgar a alguien que no ha juzgado a los demás?"
Muchos pueden actuar amorosamente.
Pero es rara la persona que piensa
amorosamente
Autor: Anthony de Mello
Ata
a tu Camello
Un discípulo llegó a lomos de su camello
ante la tienda de su maestro sufí. Desmontó, entró en la tienda, hizo una
profunda reverencia y dijo "tengo tan gran confianza en Dios que he dejado
suelto a mi camello ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los
intereses de los que le aman".
"Pues sal fuera y ata tu camello estúpido!"
le dijo el maestro. "Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que
eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo."
Autor: Anthony de Mello
La
Ayuda de Dios en el Desierto
Un hombre se perdió en el desierto. Y más
tarde, refiriendo su experiencia a sus amigos, les contó cómo, absolutamente
desesperado, se había puesto de rodillas y había implorado la ayuda de Dios.
"¿Y respondió Dios tu
plegaria?", le preguntaron.
"¡ Oh, no! Antes de que pudiera
hacerlo, apareció un explorador y me indicó el camino"
Autor: Anthony de Mello
Cuento
De Facundo Cabral
Dios tomó forma de mendigo y bajó al
pueblo, buscó la casa del zapatero y le dijo: Hermano, soy muy pobre, no tengo
una sola moneda en la bolsa y éstas son mis únicas sandalias, están rotas, si
tu me haces el favor. El zapatero le dijo, estoy cansado de que todos vengan a
pedir y nadie a dar. El Señor le dijo, yo puedo darte lo que tú necesitas. El
zapatero desconfiado viendo un mendigo le preguntó. ¿Tú podrías darme el
millón de dólares que necesito para ser feliz? El Señor le dijo: yo puedo
darte diez veces más que eso, pero a cambio de algo. El zapatero preguntó ¿ a
cambió de qué? A cambio de tus piernas. El zapatero respondió para qué
quiero diez millones de dólares si no puedo caminar. Entonces el Señor le
dijo, bueno, puedo darte cien millones de dólares a cambio de tus brazos. El
zapatero respondió ¿para qué quiero yo cien millones de dólares si ni
siquiera puedo comer solo? Entonces el Señor le dijo, bueno, puedo darte mil
millones de dólares a cambio de tus ojos. El zapatero pensó poco ¿para qué
quiero mil millones de dólares si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a
mis amigos? Entonces el Señor le dijo: ¡ Ah, hermano! Qué fortuna tienes y no
te das cuenta.
TRES
PEQUEÑOS ARBOLES
Erase una vez en la cumbre de una montaña,
tres pequeños árboles juntos soñando sobre lo que querían llegar a ser
cuando fueran grandes. El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo,
"Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser llenado de
piedras preciosas. Yo seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo!" .
El segundo arbolito miró un pequeño arroyo realizando su camino al océano y
dijo, "Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar reyes
poderosos sobre mí.
Yo seré el barco más imponente del
mundo!". El tercer arbolito miró hacia el valle que estaba abajo de la
montaña y vio hombres y mujeres trabajando en un pueblo, y dijo "Yo no
quiero irme de la cima de la montaña nunca.
Yo quiero crecer tan alto que cuando la
gente del pueblo se pare a mirarme,ellos levantarán su mirada al cielo y pensarán
en Dios. Yo seré el árbol mas alto del mundo!".
Los años pasaron. Llovió, brilló el sol
y los pequeños árboles crecieron alto. Un día, tres leñadores subieron a la
cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo,
"Qué árbol tan hermoso es éste!", y con la arremetida de su hacha
brillante el primer árbol cayó. "Ahora me deberán convertir en un baúl
hermoso, deberé contener tesoros maravillosos!", dijo el primer árbol.
El segundo leñador miró al segundo árbol
y dijo, "Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mí". Y con la
arremetida de su hacha brillante, el segundo árbol cayó. "Ahora deberé
navegar aguas temibles!", pensó el segundo árbol "Deberé ser un
barco imponente para reyes temidos y poderosos" .
El tercer árbol sintió su corazón sufrir
cuando el último leñador lo miró. El árbol se paró derecho y alto y
apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba y
dijo, "Cualquier árbol es bueno para mí". Y con la arremetida de su
hacha brillante el tercer árbol cayó.
El primer árbol se emocionó cuando el leñador
lo llevó a una carpintería. Pero el carpintero lo convirtió en una caja de
alimento para animales de granja. Aquél árbol hermoso no fue cubierto con oro,
ni llenado de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y llenado
con alimento para animales de granja hambrientos.
El segundo árbol sonrió cuando el leñador
lo llevó cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido
ese día. En lugar de eso aquel árbol fuerte fue cortado y convertido a un
simple bote de pesca, era demasiado chico y débil para navegar en el océano,
ni siquiera en un río, y fue llevado a un pequeño lago.
El tercer árbol estaba confundido cuando
el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un almacén de
madera. "Que estará pasando", fue lo que se preguntó el árbol,
"Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar
a Dios. . . "
Muchísimos días y noches pasaron. A los
tres árboles ya casi se les habían olvidado sus sueños. Pero una noche, una
luz de estrella dorada alumbró al primer árbol cuando una joven mujer puso a
su hijo recién nacido en la caja de alimento. -"Yo quisiera haberle podido
hacer una cuna al bebé", le dijo su esposo a la mujer, la madre sonrío
mientras la luz de la estrella alumbraba a la madera suave y fuerte de la cuna.
Y la mujer dijo, -"Este pesebre es hermoso". Y de repente, el primer
árbol supo que contenía el tesoro más grande del mundo.
Una tarde, un viajero cansado y sus amigos
se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedó dormido mientras el
segundo árbol navegaba tranquilamente hacia adentro del lago. De repente, una
impresionante y aterradora tormenta llegó al lago, el pequeño árbol se llenó
de temor, él sabía que no tenía la fuerza para llevar a todos esos pasajeros
a la orilla a salvo con ese viento y lluvia. El hombre cansado se levantó, se
paró, y alzando su mano dijo: -"Calma". La tormenta se detuvo tan rápido
como comenzó. Y de repente el segundo árbol supo que él llevaba navegando al
Rey del Cielo y de la Tierra.
Un viernes en la mañana el tercer árbol
se extraño cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén de madera
olvidado. Se asustó al ser llevado a través de una impresionante multitud de
personas enojdas. Se llenó de temor cuando unos soldados clavaron las manos de
un hombre en su madera. Se sintió feo, áspero y cruel. Pero un domingo por la
mañana, cuando el sol brilló y la tierra tembló con júbilo debajo de su
madera, el tercer árbol supo que EL AMOR DE DIOS HABIA CAMBIADO TODO. Esto hizo
que el árbol se sintiera fuerte, y cada vez que la gente pensara en el tercer
árbol, ellos pensarían en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol más
alto del mundo.