¿
El cofre...?
Autor : Daniel.
¿ El cofre...?
Al amanecer de un nuevo día, al salir por la lejana montaña
el radiante sol mañanero, Manuel se desperezaba en su hamaca, para iniciar un
nuevo día de labores, ya se olía el aroma del café que preparaba doña
Matilde y el cantar del viejo gallo sé hacia más estridente, en el patio de la
humilde casa que habitaban en las nacientes del río Bobo cercano al poblado de
Potosí, donde se construía una represa y cientos de personas trabajaban de día
y noche en su construcción.
¿ Cuánto falta?, pregunto Doña Matilde
Por enensimas vez mamá, ya pronto nos tendremos que ir de
aquí, dijo Manuel, mientras tomaba un sorbo de café y desgustaba una arepa
rellena con queso.
Mamá, los ingenieros dijeron que la inundación pronto
llegara y esto, y Potosí estará inundada bajo varios metros de agua.
Santo Dios, dijo doña Matilde
Eso ya lo sabes mamá y no te angusties que ya tengo un
sitio para mudarnos, nos vamos para San Joaquín de Navay, allá ya vi una
tierrita y está barata.
Pero mijo yo no puedo dejar a tu papá a mis padres acá,
pues nos lo llevamos pues dijo Manuel parándose de comer y saliendo de la
cocina, se alejo hacia la vaquera a ver los animales.
Ya llegado el día de partir la madre continuaba en no
dejar a nadie allí, bueno Manuel tu dijiste que nos lo llevábamos así no me
voy sin ellos.
Bueno mamá, déjame pensar como hago.
Esa noche cerca de media noche Manuel preparo tres mulas
cogió una pala y un pico, y salió con una lámpara de kerosene rumbo al
cementerio de Potosí, pensando para sus adentros bueno le di mi palabra a mamá
ahora tengo que cumplir, mientras iba pensando como hacer para cargar tres
ataures y traérselos sin que nadie del pueblo se diera cuenta, bueno son mis
familiares muertos y me los llevo para otro lado con eso tengo para decir y que
no me paren.
Al llegar al cementerio la reja estaba abierta, las altas
paredes perimetrales blancas del cementerio daban la sensación en la oscuridad
que entraba a un sitio fantasmal, solo se oía los pasos de las mulas y la
respiración entrecortada de Manuel.
Bueno ya es hora de prender la lampara pensó, no verán la
luz desde el pueblo cuando encendió un fósforo para prender la lampara, soplo
una fuerte brisa y se lo apago, así estuvo varias veces intentando y se decía
que es lo que pasa cada vez que prendo un fósforo llega el viento y lo apaga,
bueno dejo la lampara a un lado se llego a donde estaban enterrado su padre y
los abuelos comenzó cavar al metro el pico toco algo duro y penso bueno ya baje
hasta donde esta la urna ahora me toca limpiar y sacar la tierra para ampliar el
hueco, cuando estaba en eso vio que lo que había encontrado no era una urna de
madera sino mas bien un cofre de regular tamaño y de metal, y se dijo me
equivoque de sitio y cave en otro lado, salió del hueco y se ubico de nuevo no
estoy bien en el sitio donde enterraron a mi padre hace 10 años atrás, ahí
esta la cruz y al lado las otras dos cruces de los abuelos se dijo y este cofre
que hace aquí se pregunto y es grande media casi un metro de largo por unos 40
centímetros de ancho por 60 centímetros de alto, y esta bien pesado casi no
podía sacarlo afuera, resolvió traer una mula para que lo tirara luego de
amarrar una cuerdas alrededor del cofre arrío la mula y esta saco el cofre
afuera.
Ya afuera se dio cuenta que ya pronto amanecería, bueno
monto el cofre sobre la mula lo amarro fuertemente recogió la pala, el pico y
la lampara y mejor me voy de aquí, espero que nadie venga hoy al cementerio y sé
de cuenta del hueco que cave, salió presuroso del cementerio, monto una de las
mulas y tomo hacia el camino de su finca.
Ya llegando penso mejor voy hacia la quebradita allí abro
este cofre a ver que es lo que tiene y si es un muerto, bueno será un enano por
ahí no cabe un hombre y si es un niño tampoco creo penso, yo no recuerdo a
ningún niño de la familia muerto enterrado allá, además este cofre estaba
muy arriba de donde debería estar la urna de mi padre que cosa guardara este
cofre.
Al colocar el cofre en el suelo agarro el pico le dio un
golpe a un candado que tenia y lo rompió, cuando se disponía a abrirlo vino
una ráfaga de viento muy fuerte, tan fuerte que el viento silbaba y entre el
ruido escucho que le decían Daniel apurate que vas a llegar tarde a clases,
colorín colorado este cuento se a acabado por que me voy para clases chao
pescados.
Fin.